lunes, 11 de octubre de 2010

Espantapájaros // 1932


Oliverio Girondo (1891-1967)




1 >> La desorientación de mi generación tiene su explicación en la dirección de nuestra educación

2 >> A medida que nuestra existencia se confunde con la de cuanto nos rodea, nos entra cada vez más el terror de perjudicar a algún miembro de la familia. Poco a poco la vida se transforma en un continuo sobresalto. Los movimientos que nos corroen la conciencia, llegan a entorpecer las funciones más impostergables del cuerpo y del espíritu. Antes de mover un brazo, de estirar una pierna, pensamos en las consecuencias que este gesto puede tener para toda la parentela. Cada día que pasa nos es más difícil alimentarnos, nos es más difícil respirar, hasta que llega un momento en queno hay otra escapatoria que la de optar, y resignarnos a cometer todos los incestos, todos los asesinatos, todas las crueldades, o ser, simple y humildemente, una víctima de la familia.

3 >> Mi vida resulta así una preñez de posibilidades que no se realizan nunca, una explosión de fuerzas encontradas que se entrechocan y se destruyen mutuamente. El hecho de tomar la menor determinación me cuesta un tal cúmulo de dificultades, antes de cometer el acto más insignificante necesito poner tantas personalidades de acuerdo, que prefiero renunciar a cualquier cosa y esperar que se extenúen discutiendo lo que van a hacer con mi persona, para tener, al menos, la satisfacción de mandarlas a todas juntas a la mierda.

4 >> Que otros practiquen -si les divierte- idiosincracias de felpudo.

5 >> Hay días en que yo no soy más que una patada, únicamente una patada.

6 >> La vida -te lo digo por experiencia- es un largo embrutecimiento.

7 >> Poco a poco nos aprisiona la sintaxis, el diccionario, y aunque los mosquitos vuelen tocando la corneta, carecemos del coraje de llamarlos arcángeles.

8 >> ... su ombligo consiguió trasuntar buena parte del universo

9 >> Para apreciar el jamón ¿no es indispensable ser chancho?

10 >> ¡Pensar que durante toda su existencia, la mayoría de los hombres no han sido ni siquiera mujer!

11 >> Cuando la vida es demasiado humana -¡únicamente humana!- el mecanismo de pensar ¿no resulta una enfermedad más larga y aburrida que cualquier otra?
Yo, al menos, tengo la certidumbre que no hubiera podido soportarla sin esa aptitud de evasión, que me permite trasladarme a donde yo no estoy: ser hormiga, jirafa, poner un huevo, y lo que es más importante aún, encontrarme conmigo mismo en el momento en que me había olvidado, casi completamente de mi propia existencia.

12 >> Abrir las canillas, las compuertas del llanto (...) Llorarlo todo, pero llorarlo bien.

13 >> ...hay hombres cuya sola presencia resulta de una eficacia abortiva indiscutible, la mía provoca accidentes a cada paso, ayuda al azar y rompe el equilibrio inestable de que depende la existencia.

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